Los amantes de la naturaleza tampoco pueden perderse la flora y fauna de este lugar. Además del conocido notro, y las flores amarillas, rojas y violetas que se avistan en toda la zona, se divisan guanacos, pumas, hurones, huemules y cóndores que habitan en este clima estepárico.
Otros atractivos interesantes son los numerosos museos que se pueden visitar, como el Museo Regional El Calafate, el Museo Centro de Interpretación Histórica y la Casa Verde «Centro de Interpretación de la Naturaleza». Los paseos en Mountain Bike y en 4×4 son la mejor forma de conocer a fondo este lugar y descubrir la naturaleza que inunda todos los rincones.
Una visita nunca se completa sin probar los manjares de la zona. Por supuesto, los pescados abundan en los platos típicos de todas las mesas, como la trucha, considerada un manjar por su suave y rosada carne. Tampoco podemos olvidarnos del tradicional cordero patágonico, un imperdible para combatir el frío de la zona acompañado de cervezas artesanales y chocolates.
Además de ser el nombre de la ciudad, el calafate es un fruto muy popular con el que se fabrican ricas mermeladas caseras. ¡No dejes de probar esta delicia!